ALEPO, SIRIA.- Facciones rebeldes lanzaron una contraofensiva para romper el asedio en la ciudad de Alepo, cercada por el Ejército sirio y controlada por grupos armados opositores, en una jornada que se cobró a una veintena de muertos y que está atravesada por el derribo de un helicóptero ruso, la falta de ayuda humanitaria y un urgente pedido de tregua de Francia.
Los cruces de fuego de artillería en Alepo, la ciudad más grande del norte sirio, no cesan. Los opositores lanzaron su ofensiva en el sur y en el norte luego de que la semana pasada las fuerzas armadas sirias confirmaran un cerco total en el este, tras cortar todas las vías de suministros.
“Hemos lanzado un ataque desde varias partes por el sudoeste con el objetivo de romper el cerco al este de Alepo”, dijo el portavoz del insurgente Ejército del Islam, Hamza Birqadar, y subrayó que sus hombres avanzan en dirección a una de las rutas que conectan la ciudad con el exterior.
Pero también ayer se registraron cruces entre el Frente de la Conquista del Levante -el antiguo Frente al Nusra- junto con otras facciones islámicas y efectivos gubernamentales y aliados.
En las últimas 24 horas, al menos 18 personas murieron por el impacto de cohetes disparados por facciones islámicas contra barrios bajo el control de las autoridades en la ciudad de Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG pro oposición con sede en Londres.
La guerra tuvo el punto culminante ayer cuando se intensificaron los bombardeos tras el derribo de un helicóptero ruso en las inmediaciones de la población de Saraqeb, en la provincia de Idleb, al 60 kilómetros de Alepo, según informó la ONG.
En tanto, la agencia de noticias EFE consignó que aviones de guerra de origen desconocido bombardearon esa zona, controlada por facciones aliadas como el Movimiento Islámico de los Libres de Sham; en tanto efectivos sirios bombardearon poblaciones y zonas agrícolas al sur de Idleb.
El Kremlin salió a dar por muertos a los cinco tripulantes del helicóptero Mi-8 derribado cuando regresaba a su base tras llevar ayuda humanitaria a la ciudad de Alepo; un ataque que aún no tuvo reivindicaciones.
Pero más civiles nuevamente fueron las víctimas fatales de este derramamiento de sangre. El Organismo Forense de Alepo Libre fue objetivo el domingo de un ataque con dos cohetes que causó dos muertos y cinco heridos entre su personal, según denunció su director, Mohamed Kahil.
“Aun así, seguimos trabajando desde otro lugar porque si no enterramos a los muertos (en Alepo) se pueden expandir enfermedades como el cólera y la hepatitis”, dijo Kahil y señaló que aviones rusos sobrevolaron la población y lanzaron proyectiles contra varias zonas.
Estas muertes se suman a los 4.794 fallecidos por la violencia durante julio en Siria. (Télam- DPA- Reuters)